jueves, 6 de septiembre de 2012

Trastorno de Identidad de Género


Es una incongruencia entre el fenotipo físico y la identidad del género, es decir, la identificación del uno mismo como hombre o mujer. La experiencia de esta incongruencia se llama disforia de género. La forma más extrema, en la cual los individuos necesitan adaptar su fenotipo con hormonas y cirugía para hacerla congruente con su identidad de género, se llama Transexualismo, estos individuos que experimentan esta condición se denominan como personas trans, es decir, hombres trans (de mujer a hombre) y mujeres trans (de hombre a mujer).

Etiología
Aún no se ha descrito ninguna alteración del sexo genético y el cariotipo es el que corresponde al sexo biológico. Así, el origen de los TIG ha sido objeto de diversas teorías. Sabemos que existe un gen responsable de que la gónada indiferenciada se convierta en un testículo (si está presente) o en un ovario (si está ausente). Se han demostrado diferencias en ciertas estructuras cerebrales entre personas de diferente orientación sexual. Un estudio reciente en hipotálamo de seis transexuales de hombre a mujer demostró que el núcleo basal de la estría terminal (BST) era significativamente más pequeño que el de hombres hetero y homosexuales. La transexualidad podría originarse durante la etapa fetal: Una alteración hace que el cerebro se impregne hormonalmente con una sexualidad distinta a la genital. Así, los TIG podrían desarrollarse como resultado de una interacción alterada entre factores genéticos, el desarrollo cerebral y la acción de las hormonas sexuales. Pero además, diversas influencias ambientales en periodos críticos del desarrollo, como el embarazo, la infancia o la pubertad, pueden influenciar la conducta y la orientación sexual. El estrés prenatal, la relación materno filial de las primeras etapas de la vida, influencias familiares o abusos sexuales durante la infancia o la pubertad, pueden determinar la conducta sexual adulta. Por tanto, bastantes datos apoyan que la orientación e identidad sexual pueden tener un sustrato biológico (genético, cerebral, hormonal) sobre el que inciden determinadas influencias ambientales sociales y familiares durante los llamados “períodos sensibles” de la vida para conformar la orientación e identidad sexual definitiva del adulto.

¿Qué se observa en niños y adolescentes con TIS?
En determinados casos se produce una disociación entre el sexo anatómico del niño/a y su identidad sexual. Esta disociación produce un profundo malestar que se manifiesta en el deseo de pertenecer al otro sexo. Entonces hablamos de un Trastorno de la Identidad Sexual (TIS). El rasgo más común del TIS es una identificación y una preferencia hacia el rol sexual característico del otro sexo. Esto puede inferirse a partir de múltiples manifestaciones conductuales de identificación sexual, como intereses en juguetes, deseo de vestirse con ropa del otro sexo, preferencias hacia roles y actividades imaginarias, preferencias a la hora de relacionarse con sus compañeros, determinados rasgos de personalidad, etc. La identificación con el otro género también se expresa a través de afirmaciones verbales como que a uno le gustaría pertenecer o incluso que pertenece al otro sexo. Además, los niños con TIS frecuentemente tienen pocas cosas positivas que decir sobre su propio sexo, rechazando igualmente sus características anatómicas. Parece que experimentan un sentimiento de disforia sexual o de incomodidad o dificultad por pertenecer al género al cual pertenecen, alterándose profundamente el sentimiento normal de masculinidad o feminidad. En la adolescencia, cuando el cuadro clínico se parece más a lo que se observa en adultos con TIS, el sentido de disforia de género se hace más difícil de ignorar o disimular.

¿Cuándo empieza el TIS?
Los signos comportamentales iniciales del TIS suelen aparecer durante la primera infancia (edad de los primeros pasos) y años preescolares, años en los que pueden observarse los patrones más convencionales de comportamiento de sexo. En algunos casos los padres señalan que comportamientos como usar vestidos del sexo opuesto empezaron antes del tercer cumpleaños. Rara vez el TIS se inicia en la vida adulta.

Diagnóstico y Diagnóstico Diferencial
Por el momento es imposible realizar el diagnóstico de transexualismo basándose sólo en criterios objetivos. Depende de la información suministrada por los pacientes, que a menudo es modificada, inconscientemente o a propósito. Dado el carácter subjetivo de la información y la importancia de la decisión a tomar, el periodo de diagnóstico suele ser largo. Para el diagnóstico de transexualidad debe cumplirse lo siguiente:
  • Una escrupulosa historia clínica orientada al desarrollo de la identidad de género, desarrollo psicosexual (incluyendo orientación sexual), y aspectos de la vida cotidiana.
  • Exploración física desde el punto de vista ginecológico, andrológico / urológico y endocrinológico.
  • Evaluación clínica desde el punto de vista psiquiátrico/psicológico que detecte problemas psicopatológicos.
Debe recogerse tanto información general de la personalidad como sobre el desarrollo psicosexual, comportamiento y orientación sexual, e imagen corporal. Debe evaluarse la existencia de psicopatología asociada (adicción, tendencias suicidas, perversiones, trastornos de personalidad, cuadros psicóticos, enfermedad mental orgánica o retraso mental). Se debe conocer la situación social y familiar del paciente, apoyo indispensable para el proceso de reasignación de género. Es indispensable informarle ampliamente sobre las posibilidades y limitaciones de este proceso para no levantar excesivas expectativas.
Diferentes condiciones, como homosexualidad, transvestismo, transexualidad y disforia de género han sido motivo de confusión frente a estados intersexuales patológicos. Desde 1975, la disforia de género se considera una entidad claramente diferenciada al existir una insatisfacción permanente con el sexo biológico y un claro deseo de modificar esta condición haciendo uso de la tecnología sanitaria disponible. Gran número de personas que demandan asistencia sanitaria por TIG no reúnen los criterios específicos, y pueden pertenecer a uno de los siguientes grupos:
a) Problemas ocultos de identidad de género en pacientes con ansiedad, depresión, abuso de drogas, trastornos de personalidad y otros trastornos sexuales.
b) Algunos casos de transvestismo masculino y homosexualidad masculina o femenina pueden tener una forma de TIG.
c) La intensidad de TIG en algunas personas puede fluctuar por encima o por debajo del umbral clínico.
d) Muchas formas de TIG en mujeres tienden a ser poco visibles culturalmente, especialmente para los servicios de salud mental.


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